El
último trabajo de Cristina Rosenvinge, “Tu labio superior”, puede ser
uno de esos discos fetiche tras una ruptura sentimental. Y es que con
cierta frialdad y total franqueza, Rosenvinge desnuda canción a canción
su maltrecho corazón dejando entrever todos los estados de ánimo que
pueden acompañar a esa situación: tristeza, soledad, pena, odio, locura
visceral y, finalmente, melancólica resignación. Todo
ello queda al descubierto en las letras del disco. Un disco profundo.
En directo, las expectativas eran muy altas y quizá la pose mohína o el
excesivo desdén levantaron una imponente barrera que restaron
credibilidad. La banda que la acompañó para la ocasión fue la misma que
grabó el disco y el repertorio se centró en sus composiciones en
español, muy pocos fueron los temas en inglés. Sonaron
joyas como “Alguien que cuide de mí”, “Señorita”, “Muertos o algo
mejor", “Tok tok”, o la novísima “Canción secreta”. Dejó para el final
los temas interpretados a piano y, como broche de oro, sonó “Nadie como
tú”, sin duda la más emotiva de “Tu labio superior”.
Todo pasa,
Cristina, la pena, también.
Miriam Zorraquino